Y es que verdaderamente subí y baje, tantas veces como lo hizo la bolsa de valores, caminé, corrí, me caí, me puse de pié, dibujé, rompí el record de romper y botar bocetos, cambié un periódico por otro, en fín que esto no es una novela como para aburrirles con muchos detalles propios de la cotidianidad de cualquier mortal, inmigrante, ilustrador e infógrafo. Sólo quería anunciarles que vengo de nuevo con el Blog y que si lo revisan, verán que ya he escrito un par de cosillas que espero que os agraden. Espero escribir un poco más sobre infografía e ilustración y menos sobre las cosas que me suceden como infógrafo y que me hacen ser poco objetivo y salirme del contexto.